Los pasados días 25, 26 y 27 de octubre se ha celebrado, por segundo año consecutivo, nuestro Congreso Espírita en la Ciudad de Zaragoza.
Fuimos auspiciados por figuras tan importantes como Fabian Palasí, entre otros importantes exponentes del espiritismo en tierras aragonesas, el congreso consiguió reunir en los salones del Hotel Boston un notable número de asistentes que llenaron la sala de conferencias ansiosos por saber y conocer qué puede ofrecerles nuestra querida doctrina.
Iniciamos el congreso con unas palabras de agradecimiento dirigidas al público, por parte de D. Benjamín Garúz, nuestro presidente del Centro Espírita Allan Kardec , que nos recordó, además, la labor encomiable de los pioneros del Espiritismo en estas tierras.
Seguidamente, le ofrecimos la tribuna a la nueva asociación espírita S.E.U ,D. Antonio Pina, , presidente de la Sociedad Espírita por la Unión (S.E.U.) que la presentó a los participantes haciendo hincapié en los valores y objetivos que S.E.U. ostenta y ofrece a espíritas y simpatizantes.
Con un elaborado programa, las conferencias, dirigidas a una platea mayoritariamente desconocedora de lo que el Espiritismo es y representa, sirvieron para elucidar y esclarecer aspectos tan relevantes para el ser humano como son la continuidad de la vida y la inmortalidad del alma, contando entre los ponentes con algunas de las figuras más representativas en la actualidad en lo que se refiere a las E.C.M., el Dr. Manel Sans, que nos habló largo y tendido, desde la perspectiva médico-científica, al respecto de los relatos de los pacientes que sufren de muerte clínica.
También tuvimos la dicha de escuchar las experiencias de la Dra. Rosana Mainar, que nos invitó, en base a las experiencias vividas en el desarrollo de su profesión, a reflexionar sobre la importancia del acompañamiento amoroso de los pacientes terminales y las vivencias en las unidades de cuidados paliativos de estos pacientes, de sus familias y del personal sanitario en los momentos que anteceden a la muerte y, de la mano de Pedro Amorós, conocimos algunas de las pruebas de sus contactos con otras dimensiones a través de instrumentos electrónicos.
Por supuesto, y como no podía ser de otra manera, participaron además conocidos ponentes espíritas, que expusieron con claridad los postulados básicos del Espiritismo, la mediumnidad y su función, la reencarnación, las apariciones de los espíritus, etc., sin dejar de abordar algunos temas de máxima actualidad como la salud mental y el suicidio en el colectivo LGTBIQ+.
En definitiva, el congreso cumplió con nuestros objetivos, en lo que se refiere a la divulgación del Espiritismo, que en un ambiente de fraternidad y alegría, dejó a los asistentes importantísimas reflexiones sobre la continuidad de la vida después de la muerte, la vital importancia del autoconocimiento y el crecimiento moral, el valor de la existencia misma, la solidaridad como detonante en la búsqueda de la felicidad, la muerte como puerta para la trascendencia al Mundo Espiritual, la actualidad de las obras que conforman el cuerpo doctrinario del espiritismo y la necesidad de cultivarnos intelectualmente; en resumen, todo aquello que ya nos fue revelado por los Espíritus Superiores y que fuera recogido por Allan Kardec.
Una vez sembradas las simientes que habrán de germinar una vez llegue el momento oportuno en los corazones de cuantos participamos, el congreso llegó a su fin con la lectura de un mensaje espiritual recibido unos días antes.